El pasado jueves 26 de Abril, en la sede de la Matritense Sociedad de Amigos del País tuvo lugar la presentación del libro sobre Floridablanca, escrito por mi querido amigo el Embajador de España José Luis Pardos y titulado «El Modernizador: una aproximación a Floridablanca«.
El lugar no pudo ser más especial: la Torre de los Lujanes, en la plaza de la Villa en Madrid, frente a lo que fue hasta hace poco tiempo la sede central del Ayuntamiento de Madrid y en su Sala Central. El lugar desde luego tiene un encanto muy especial por sus características: fundado por Carlos III a instancias de Campomanes, tiene en la pared principal del salón en el que nos encontrábamos el retrato de Carlos III pintado por Mengs. Y justo enfrente, al otro lado del salón, el retrato, eso sí mucho más pequeño, de Don José Moñino, primer Conde de Floridablanca, que fue también como nos recordó el actual presidente de la sociedad, el octavo presidente de dicha sociedad. En el cuadro, Floridablanca aparece retratado con el Toisón de Oro, por tanto debió ser pintado ya en tiempos de Carlos IV.
Por invitación de José Luis Pardos -autor del libro- me encontré sentado en la mesa de ponentes, ni más ni menos que junto al ilustre y admirado Profesor Don Vicente Palacio Atard, catedrático de las universidades de Barcelona, Valladolid y Complutense de Madrid. También estaban el presidente de la Sociedad de Amigos del País, Don Gonzalo Anes, recientemente nombrado Marqués de Castrillón el pasado 8 de abril cuando su Majestad el Rey le otorgó dicho título por su “extensa y brillante labor académica, investigadora y docente al servicio de España y de la Corona”; el actual Director de la Real Academia de la Historia y José Luis Pardos, protagonista junto con Floridablanca de la reunión.
Don Vicente Palacio, con 92 años de edad, cuando le llegó el turno, se levantó e hizo una exposición impresionante, ordenada, reposada y muy completa de todos los que fueron los principales hitos de la actividad política y profesional de Floridablanca. Sin un solo papel, amparado en una pródiga memoria y una desde luego llamativa claridad histórica, fue repasando todos y cada uno de los más importantes momentos en la vida de Don José Moñino y Redondo. Es seguro este momento uno de los que recordaré durante mucho tiempo en mi vida.
Como dato curioso, comentar que hizo Don Vicente una amplia exposición de la política seguida por Floridablanca con respecto al Imperio Otomano, que perseguía conseguir una buena relación con ellos y al mismo tiempo con Catalina la Grande de Rusia para poder tener un contrapeso al creciente poder inglés y a la influencia francesa. El dato curioso y anecdótico es que el libro, todavía “caliente” y recién salido de la imprenta me lo mandó José Luis hace unos meses, justo cuando estaba por salir hacia el aeropuerto y volar a Estambul. Me lo llevé conmigo y me lo leí, casi completo, en el trayecto. Y lo poco que me quedó por leer lo hice nada más llegar al Hotel y antes de acostarme. Curiosidades de la vida: acabe con el relato de la vida de mi antepasado en el corazón de lo que fue el Imperio Otomano.
Tengo que decir y así lo comenté en mi breve aportación a la presentación, que lo que más me gustó y más me llamó la atención del libro fueron por un lado la aproximación al personaje humano realizada por parte del autor y por otro lado, descubrir la profunda religiosidad de Floridablanca, muy en contra de esa imagen de masón que durante años se le ha querido dar quizá por su directa intervención en la anulación de la Compañía de Jesús.
Me llamaron especialmente la atención de la lectura del libro de Pardos varios hechos, pero especialmente el hecho de que para su cautiverio en Pamplona pidiera tan sólo libros sagrados como el Antiguo y Nuevo Testamento y que solicitara que en caso de muerte se le enterrara con el hábito de franciscano, cosas ambas muy distantes de algo que pediría un libre pensador o masón. Me llamó también especialmente la atención la paz con la que Floridablanca afronta su destierro. El mismo día que le obligan a salir sin recoger ni una sola de sus pertenencias y con expresa indicación de no poder entrar en Madrid, 28 de Febrero de 1,792, en su primera parada en Corral de Almaguer para poner caballos de refresco en su carruaje, preocupado por no conocer quien será su sucesor y por no haber podido transmitirle todo aquello en lo que está involucrado después de 16 años de Gobierno, comienza a escribir unas cartas, que serán conocidas como el “Testamento Político” de Floridablanca. Unas cartas que escribe sin ningún tipo de rencor o tristeza, que descubren un personaje lleno de una enorme paz y seguridad interior y que trazan un impresionante retrato de lo que eran las relaciones de España con sus colonias, sus enemigos, sus aliados y sus ciudadanos.
Dos meses después, el 6 de Mayo, termina de escribir sus cartas. Las últimas ya han sido directamente dirigidas a Don Pedro Pablo Abarca de Bolea, X Conde de Aranda, que había sido nombrado su sucesor. Y el mismo Conde de Aranda, el 11 de Julio, dos meses después, manda encarcelarlo en Pamplona acusándolo de gravísimos delitos que no había cometido y de los que se defendió sin utilizar un solo libro de Leyes o documento: tan sólo apoyado en su memoria y en su inteligencia. Una vez sustituido el Conde de Aranda por Godoy, que estuvo al frente del Gobierno tan sólo nueve meses, será Godoy quien el 14 de Abril de 1,794 le devuelva a Floridablanca su libertad, amnistiándole de todas sus responsabilidades políticas, aunque no de las civiles. Que por cierto, nunca pudieron ser probadas.
Un último dato curioso de este día de la presentación del libro: al terminar la presentación se acercó mi sobrino Borja Casans Castillejo, Conde de Ampudia, que había estado presente en la presentación. Nos pusimos a hablar y terminamos cenando juntos en el Nuevo Club de Madrid, junto con sus amigos Alfonso Martos, Marques de Santiago de Oropesa y Joaquín Rebuelta Melgarejo. Una cena que arrancó a las 10 de la noche y terminó casi a las 2 de la madrugada, después de una animadísima charla.
Esto me da pie a contar una serie de anécdotas curiosas…
El primer Conde de Ampudia fue Don Francisco Sandoval y Rojas, nieto de San Francisco de Borja, Padre General de la Compañía de Jesús y Duque de Gandía.
Don Francisco Sandoval fue también primer Duque de Lerma y válido de Felipe III, el protagonista del famoso cuadro de Rubens. Casi me atrevería a decir que el Conde de Ampudia fue el heredero absoluto del Imperio formado por Felipe II: a su Rey nunca le interesó el gobierno y a Don Francisco le preocupó siempre. Gobernó durante más de 18 años con un poder completamente absoluto y veníamos de escuchar la presentación de un antepasado que gobernó también España durante 16 años. Son probablemente los gobernantes ejecutivos que más tiempo han pasado al frente de los intereses de España en la historia.
Otra anécdota del día: fue el Conde de Ampudia quien trasladó la Corte desde Madrid hasta Valladolid en 1.601, despojándola de su condición de capital del Imperio, aunque una vez más decidieron volver a traerla a Madrid en 1.606. Y fue en la Plaza de la Villa precisamente donde se presentó el libro.
El título de Marqués de Santiago de Oropesa fue creado en honor del rey de los Incas, HuaynaCapac, padre entre otros de Huascar, Atahualpa y Manco Inca. El título fue concedido por Felipe III a Ana María de Loyola y Coya-Inca, nieta de SayriTupac, que a su vez era nieto de HuaynaCapac. Felipe III es el mismo Rey que concedió a Francisco Sandoval el título de Conde de Ampudia. A Ana María de Loyola y Coya-Inca le concedieron el título en una gran parte por las relaciones que su esposo, Juan Enríquez de Borja tenía en la corte de Felipe III. Juan Enríquez de Borja era también nieto de San Francisco de Borja al igual que el Duque de Lerma. Juan Enriquez era el segundo hijo de Álvaro de Borja y Aragón y Elvira Enríquez de Almansa. Alvaro de Borja era hijo de Francisco de Borja, Duque de Gandía.
Juan Enríquez era nieto de Francisco de Borja por su padre y Francisco Sandoval lo era por su madre. Ambos eran, por tanto, primos hermanos.
La primera marquesa de Santiago de Oropesa estaba casada con un primo hermano del primer Conde de Ampudia. Hoy nos hemos sentado a cenar los descendientes de estas grandes personalidades de nuestra Historia.
De la primera Marquesa de Santiago de Oropesa, su relación con el Imperio Inca y con los españoles hablo un poco más a fondo en otro post.
¡Qué pequeño es el mundo y qué interesante la Historia!