No dejan de sorprenderme las encuestas. Esta mañana he leído que “La Federación de Autónomos ATA ha denunciado que España ha perdido más de 56.500 autónomos en 2010, el 1,8% respecto al año anterior, frente al alza que registraron algunos países de Europa, como Francia o el Reino Unido, donde el número de emprendedores aumentó en tasas superiores al 3%.” . Esto es lo que dice la Federación de Autónomos Españoles.
Por otro lado, la agencia europea Eurostat dice que “…España, es uno de los países con mayor porcentaje de trabajadores por cuenta propia respecto al total de la población ocupada al alcanzar el 16,8 % del total, por encima de la media europea que se sitúa en el 16,1 %”. Curiosas estadísticas.
Lo que sí parece que está claro es que por parte del Gobierno no parece que estén apoyando de una manera abierta para que se desarrolle la vocación emprendedora. Bastantes problemas parece que tiene el Gobierno con sus propias cuentas, como para empezar a pensar en solucionar problemas de otros. Lo entiendo. Pero… ¿de verdad necesitamos del Gobierno los emprendedores para lanzarnos a emprender?. Nos viene bien, desde luego que nos ayude y nos empuje, pero no podemos esperar a tener su ayuda para empezar.
Sin lugar a dudas los emprendedores somos parte importante de las soluciones que cada uno de nuestros gobiernos tiene que buscar para resolver las crisis a las que se enfrentan. Además, sin emprendedores les será mucho más difícil encontrar las vías de salida. No serán ni los políticos, ni los funcionarios, con todos mis respetos para todos ellos, quienes encuentren las vías. Tampoco lo serán las grandes corporaciones, para quienes los pasaportes tienen cada vez menos significado. Somos nosotros, los pequeños, los medianos y valientes emprendedores, los que cambiaremos la situación.
En nuestro propio valor, en las ganas de cambiar las cosas con las que nos encontramos, en nuestro deseo de aprovechar las oportunidades que la vida nos brinda y en nuestro deseo de mejorar el mundo de nuestros hijos, está nuestra felicidad. A pesar de los problemas y de las dificultades.
Sabemos que somos los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas las que generamos el 90% de la riqueza que se genera. Pero no lo olvidemos. A veces resulta fácil olvidarlo.
Hay un viejo proverbio, que no recuerdo ahora dónde tiene su origen, pero que a mí me encanta y no dejo de repetírmelo: “El mundo es de Dios. Y Dios se lo alquila a los valientes”.