Increíble receta. Ayer cenamos en un restaurante junto a la plaza central de Nizza Monferratto, que está enclavado en lo que eran los jardines de un antiguo Palacio renacentista, el Palazzo Crova.
Era la cena de despedida de todos los que habíamos venido a la Boda de Sarah y Ed y nos esperaban con un plato que para mí fue toda una auténtica sorpresa, por la sencillez en su elaboración y la complejidad en el paladar.
¡Qué pasada de sensaciones!
Nos dieron a escoger como primeros platos o bien un pastel de berenjena o un vitello tonnato. Todo ello muy de la zona. Magníficos cualquiera de los dos platos. Como yo sigo con mi dieta Dukan, aunque este fin de semana en Italia está siendo francamente difícil seguirla, escogí el vitello. La sorpresa llegó con el plato principal: podíamos escoger entre tagliolini con ragout de carne, pastel de carne, que es lo que yo, una vez más fiel a mi dieta escogí, o…. Tagliolini a la menta y limón!!!
El maitre nos recomendó los tagliolini a la menta y limón, diciéndonos que era el plato especialidad de la casa y que además acompañaba por su frescura, dadas las altas temperaturas que teníamos. Si soy sincero, nadie prestó mucha atención a sus recomendaciones. Digamos que todos, o más bien, casi todos en la mesa, decidimos tirar por lo seguro. Excepto la hermana de Ed, que decidió hacer el experimento y así nos lo confesó. Y…¡menos mal que lo hizo!
Cuando le llegó el plato a la mesa lo probó y nada más hacerlo, nos dijo con una amplia sonrisa en la cara, que no podíamos no probarlo. Pues bien, con el mismo escepticismo con el que nos habíamos guiado a la hora de pedir y pensando que esa era una sonrisa cómplice de una broma… probamos un poco de su plato.
No os lo podeis imaginar. De verdad. Creo que recordaré durante bastante tiempo esta inesperada experiencia en la boca! No me había pasado algo así desde que en Los Angeles hace unas semanas en El Bazaar de José Andrés probé esas aceitunas deconstruidas que te reventaban en la boca como una burbuja de agua y te llenaban el paladar de sabor a aceituna. Pero ahí, además con José Andrés en la mesa con nosotros, me lo podía esperar. Aquí en Nizza Monferrato, en mitad del Piamonte y esta noche en particular, no me lo esperaba! Y es, sin duda, lo que hace de la experiencia algo todavía más especial.
La receta es fácil, muy fácil, lo que hace del plato algo todavía más grande. Pero me parece que no es una buena idea compartirla. Si lo hago… ¿cómo haré para sorprender a mis amigos cuando les invite a comer o a cenar próximamente en casa? Y hay que tener en cuenta que ahora se avecinan unos días que espero poder tener de vacaciones y es en esos momentos cuando es más fácil poner en práctica estas lecciones!!!
Como diría algún torero famoso amigo nuestro, tan sólo dos palabras para definir la experiencia: Im… presionante!!!
En la foto se puede ver a Maria Doolan en la entrada a los jardines del Restaurante..