En estos días en los que hemos vivido la abdicación y el traspaso de poderes entre dos Reyes españoles, Juan Carlos I y su hijo Felipe VI, me he encontrado casualmente con el caso de otro Rey que hace casi 1,000 años también abdicó, aunque lo hizo de una manera diferente: Fernando I de León.
Don Juan Carlos I y Fernando I son dos personajes que guardan ciertos paralelismos para la Historia. Los dos, sin lugar a dudas ocuparon lugares muy importantes en la España de sus días y ahora forman ya parte muy importante de la Historia de España. Los dos decidieron su abdicación.
Con Fernando I arrancó la dinastía castellana en León, tras extinguirse la dinastía iniciada con Don Pelayo. Con Don Juan Carlos I se reinstauró la monarquía en España tras un paréntesis de casi 60 años.
Y una anécdota más, el primer Rey de la dinastía Borbón en España, Felipe V, también abdicó en su hijo, aunque a la muerte de este, volvió a asumir la corona y llegó a ser el Rey que más tiempo ha reinado en España, con más de 45 años coronado.
He tenido la oportunidad de estar en estos días pasados en León, escuchar a algunas personalidades de la ciudad hablando sobre diferentes partes de su historia, y entre las conversaciones que tuvimos surgió la abdicación de su primer Rey castellano, Fernando I en Diciembre del año 1,065.
Me parece interesante comentarlo en estas páginas.
La abdicación de Fernando I fue muy diferente a lo que ha sido la de Don Juan Carlos.
Había arrancado como Conde de Castilla, segundón de la corona de Pamplona. Se hizo con la Corona de León e inmediatamente recuperó los territorios perdidos en manos del Rey de Pamplona, su hermano el Rey García Sánchez III de Pamplona. Se enfrentó también con su hermano el Rey Ramiro de Aragón. Ambos hermanos, García y Ramiro, perdieron sus vidas en campos de batalla contra Fernando y sus coronas las heredaron sus respectivos hijos, Sancho IV Garcés el de Peñalón y Sancho Ramírez I de Aragón.
Batalló contra los musulmanes en sus Taifas de Toledo, Zaragoza, Sevilla y Badajoz.
Nunca atacó la taifa de Denia: el califa de Denia le había conseguido como regalo la Copa de Jesucristo en la Última Cena. Algo de lo que hablo en un post anterior.
Conquistó Coimbra en Portugal en el año 1,064 y de allí se dirigió a tomar Valencia, pero sintiéndose muy enfermo, a finales del 1,065, decidió regresar a su hogar de León.
El detalle de su abdicación se describe muy bien en el libro Los Reyes del Grial:
«…un lunes 26 de Diciembre ordena que le revistan con todos los atributos regios, como el manto y la corona de oro y, en brazos, acompañado de nobles y eclesiásticos, se arroja a los pies de los altares bendecidos por los cuerpos santos. Allí, con voz todavía clara, se despoja de los ornamentos de su poder en una penitencia pública que culmina a la manera visigoda con su tonsura. Momento a partir del cual Fernando pasa a ser considerado civilmente muerto durante el tiempo que le restase de vida. Apartado del mundo, del trono, del poder. Así parte, con humildad y extraordinaria fe el infante navarro que un día se convirtió en conde de Castilla, rey de León y árbitro de la política hispana de su tiempo. Sin lugar a dudas, uno de los mejores y más lúcidos monarcas de la España medieval…»
Esto último se puede también decir de Don Juan Carlos, uno de los mejores y más lúcidos monarcas de la España moderna.
Vaya con estas letras mi agradecimiento y respeto a toda una vida entregada por España a Don Juan Carlos así como mis mejores deseos para nuestro nuevo y muy querido Rey, Don Felipe VI.
Hola José María, me he alegrado, al verte tan bien en las fotografías, después de 30 años que no te veía, pues pasa el tiempo para todos, soy compañero de Melilla, ya te mandare fotos con el sgt Castañeda. La verdad es que me ha sorprendido tu comentario, ya que pocas personas empresarias, piensan así, pero la verdad es que llevamos tiempo esperando un cambio. Bueno adjunto te mando mi correo, por si quieres contactar, la verdad es que me he alegrado un montón de verte por las redes sociales. Un abrazo.
paezjosemanuel@msn.com
Hola José Manuel!
¡Qué ilusión saber de tí! Perdona que no te haya contestado antes. La verdad es que hace tiempo que no me meto en el blog. Lo tengo un poco abandonado y ahora al hacerlo, me he encontrado con tu correo.
Me haría muchísima ilusión esa foto con el Sargento Castañeda! ¡¡Qué buenos tiempos!!
Te mando un fuerte abrazo,
José María