He estado fuera de España y el otro día me encontré con un tweet de un amigo que rezaba así: «Los de Hazte Oir son 4 mataos despreciables que sólo logran notoriedad cuando hacen sus campañas de odio, el único sentimiento que conocen«.
La verdad es que me quedé sorprendido. Este amigo es una persona equilibrada, con quien se pueden tener agradables conversaciones y con quien se puede discutir. No entendía qué habría podido hacer la gente de Hazte Oir para provocar una respuesta como esta.
Hazte Oír no es un grupo con el que coincida completamente pero sí que les tengo respeto por su valentía en la defensa de la fe católica, con lo que coincido plenamente y les tengo respeto por su valentía en la defensa de causas difíciles. Nada que ver con el odio. Son valientes. Hacen que sus posiciones sean oídas. Pero no lo hacen desde el odio. No era capaz de entender cómo era posible que alguien pensara que lo que pretenden es lograr notoriedad haciendo campañas de odio. Algo gordo ha debido pasar.
Fueron unas pocas horas lo que tardé en descubrir lo que estaba pasando. La organización de Hazte Oir había fletado un autobús y lo había cubierto con una publicidad que rezaba así: «Que no te engañen: Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo«.
En fin… Algo que es completamente cierto.
Que posteriormente un hombre, una mujer, un niño o una niña se plantee una posible transexualidad yo entiendo que no deja de confirmar la aseveración: «Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo«.
¿Dónde está la incitación al odio en esta aseveración?
¡Se lió la gorda!. ¡Vaya con la que se ha liado! Es para no creerlo.
Los artículos publicados se pueden contar por docenas. Todos en una misma línea editorial: un ataque frontal absoluto contra Hazte Oir y su autobús. Y en el ataque contra ellos parece que sí que caben actitudes y afirmaciones muchísimo más graves que la afirmación: «si naces hombre eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo»
«El autobús del odio de los ultras campa a sus anchas por España» decía un artículo de Público, firmado por Doña Sandra Rodríguez Ramos. Me parece interesante este artículo.
Comienza la periodista diciendo que «Una campaña que incita a la transfobia de la asociación Hazte Oir ha incendiado las redes sociales ante la circulación de un autobús«.
Tras titular el artículo con el «autobús del odio» y tras acusar a la asociación de incitar a la transfobia continúa la periodista citando todo un conjunto de Tweets. En ellos se pueden leer comentarios como:
- lo único cierto de esta foto es que si naces imbécil acabas en Hazte Oír
- Una «secta» deambula por las calles de Madrid tratando de imponer su prehistórico criterio. Lo q tiene q no usen sus órganos reproductores
- Transfobia en movimiento. El autobús al que han disfrazado de odio sigue avanzando
- Por favor que alguien queme los autobuses de @hazteoir
- Buenas @hazteoir sois unos pedazos de escoria transfóbica y deberíais retirar vuestra propaganda discriminatoria de las calles.
- Que no te engañen. Los de Hazteoir no tienen cerebro.
- Dais asco, @hazteoir pero asco. No nos dejais vivir, asi os pudrais en el infierno
¿Qué es lo que transmiten estos tweets?
Prefiero no sacar yo las conclusiones. Que cada uno saque las suyas.
Pero… atención a este otro, titulado «Prohibido Prohibir«, publicado en El País por Don Rubén Amón. Esta es la reflexión del periodista:
«Hay que reconocerle al grupúsculo oscurantista Hazte oir el mérito de haber otorgado a su campaña de discriminación transexual una resonancia extraordinaria y de haber puesto de acuerdo a todos los partidos políticos y a los sindicatos. Unos y otros celebran que Manuela Carmena haya movilizado a la Policía Municipal y paralizado el autobús naranja en cuya carrocería podía leerse una noción espeluznante de la condición humana: «Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si naces mujer, seguirás siéndolo«»
Pues bien, que los niños tengan pene y las niñas vulva… le parece a Don Rubén Amón «una noción espeluznante de la condición humana«.
¿Nos hemos vuelto locos? O…. ¿soy yo el que se está volviendo loco?
Un poco más adelante, sigue:
«…Se ha impuesto, por tanto, el consenso político y filantrópico en la solución de abortar la campaña. Y no se ha esperado a las medidas judiciales, probablemente porque el delito de odio en que pudiera haber incurrido Hazte oír es menos evidente de cuanto sugiere la polémica misma en un asunto muy delicado e incendiario de la sensibilidad social...»
Es decir… la Ley aquí no vale para nada. Primero actuamos y luego ya veremos cómo lo resolvemos.
Lo que sí parece del todo cierto es que habiendo demostrado ser algo «incendiario de la sensibilidad social» para muchos, la actuación de la Fiscalía y del Ayuntamiento de Madrid parece que podría entenderse por correcta. Políticamente correcta. No quiero ni pensar en dónde podrían haber acabado los conductores del autobús si el crecimiento del odio hacia el mensaje que transmitía se hubiera seguido permitiendo crecer.
El propio autor, consciente de la posible irregularidad en la actuación llevada a cabo, sigue diciendo:
«…la libertad de expresión podría resultar dañada en el escarmiento del autobús naranja. Repeler expresiones intolerantes o renegar de ellas con justificada vehemencia o sobreactuación política no debería exagerar las facultades de la prohibición. La libertad de expresión supone un ejercicio de tutela y de responsabilidad que exige transigir con argumentos y causas hirientes….»
¿Alguien se ha planteado con seriedad lo que dice Don Rubén Amón?
«La libertad de expresión supone un ejercicio de tutela y de responsabilidad que exige transigir con argumentos y causas hirientes»
Por supuesto, todo ello dicho con independencia de si el mensaje transmitido es o no considerado «una noción espeluznante de la codición humana«.
De hecho, no deja de ser llamativo cómo a pesar de la intensa campaña llevada a cabo por la mayoría de los medios de comunicación, cuando posteriormente han realizado encuestas entre sus propios lectores han venido a descubrir que sin embargo los lectores NO estaban de acuerdo con la manera en que las autoridades han actuado.
En un artículo titulado «El 70% de los lectores de El País dicen que el bus naranja ejerce su libertad y no debe ser multado«, firmado por Don P.J. Ginés en Religión en Libertad se describe como esto es así hasta en los medios más reaccionarios a este tipo de actuaciones: El País, El Diario.es o 20 Minutos. La mayoría de los lectores no está de acuerdo con la manera de gestionar el asunto.
Parecería que en España está también empezando a revelarse una realidad la enorme desconexión entre los ciudadanos y los medios de comunicación social. Algo que en Estados Unidos está siendo en estos meses objeto de estudio y reflexión por parte de muchos.
Pero paremos un momento para intentar analizar aunque sólo sea someramente, el problema de fondo.
De entre todos los artículos que he visto, sólo he podido leer unos pocos artículos que parece que muestren sentido común… Seguro que habrá más, pero no los he encontrado.
Acerca del derecho a libertad de expresión la web de Telecinco publicaba:
«Dos profesores universitarios sostienen que el autobús de Hazte Oír está amparado por la libertad de expresión: El catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Oviedo, José Manuel Paredes, y el profesor titular de Derecho Constitucional en el mismo centro, Miguel Presno, consideran que el autobús de Hazte Oír está amparado por la libertado de expresión y no creen que encaje en el supuesto de un delito de odio.»
Esto en referencia a la liberta de expresión. Pero… ¿quien habla de los que son los verdaderos protagonistas de esta polémica?
Los verdaderos protagonistas en esta historia no son los de Hazte Oír. Los protagonistas son nuestros niños.
Pocos de estos artículos que se están publicando hablan de casos reales y pocos se paran a pensar en las consecuencias para la vida de seres humanos que todo este tipo de corrientes de pensamiento puedan tener. Especialmente para la vida de niños.
El País publica hoy un artículo que se titula «¡Eso sí que es tener huevos!«, escrito por Doña Belén Esteban y en el que se narra la transición de un niño a niña, tutelado y seguido por sus padres. Es el caso de Daniela. Quizá el único caso acerca del que se pueden encontrar extensas publicaciones en estos últimos años.
Hay artículos que narran exactamente lo contrario.
El caso de Rubén, un joven homosexual de México que se aplicó hormonas, vivió como mujer durante un tiempo y descubrió el error detrás de todo ello es uno de ellos.
También otros se centran en la cuestión científica que pretende amparar la transexualidad. El artículo titulado «Trasnsgenerar -hormonar y operar- daña a los niños: esa es la evidencia médica y hay que protegerlos» publicado en Religión en Libertad es clarificador al respecto. Dice entre otras cosas:
«La doctora Michelle Cretella, pediatra con 20 años de experiencia en esta especialidad y presidenta del Colegio Americanos de Pediatras (www.acpeds.org), declaró hace unos meses, con motivo de un reportaje en National Geographic que hacía propaganda de ideología de género con un caso de niño transexual, que transgenerar a los niños (hormonarles y operarles los genitales y otros rasgos) los daña.
Refiriéndose a su experiencia médica en el campo, la doctora Cretella alertaba que los bloqueadores de la pubertad y la toma de hormonas provocan “la esterilidad permanente”. Además, recordaba que transgenerar implica que en “niñas que están en ‘transición’ a chicos y están tomando testosterona pueden hacerles una doble mastectomía a los 16 años».
El uso prolognado en el tiempo de tal cantidad de hormonas «pone en riesgo a estos niños de poder sufrir un problema cardiovascular, una enfermedad cardíaca, diabetes, cánceres…».
«Abuso infantil institucionalizado»
La doctora Cretella explicaba por qué «es poco ético y muy perjudicial» que los padres tomen la decisión de mutilar los genitales de su hijo o de hormonarles.
“Cuando un niño menor de 12 años cree que es del sexo opuesto y se le permite naturalmente llegar a la pubertad, entre el 75-95% de las veces, ese niño aceptará su sexo biológico al final de su adolescencia” aseguró la pediatra en LifeSiteNews.
De una manera muy tajante, la presidenta del Colegio Americano de Pediatras sostiene que el apoyo público de «transexualidad» en los niños es equivalente a «abuso infantil». «Cuando las instituciones académicas, médicas y otras de carácter público promocionan la toma de hormonas tóxicas y la extirpación quirúrgica de partes del cuerpo sanas como parte de la asistencia sanitaria para los niños, acaban involucrados en un abuso infantil institucionalizado…”.
Y más adelante, el mismo artículo aporta más información relevante:
«...El Colegio Americano de Pediatría publicó una declaración y un análisis con tres firmantes: la presidenta de la Asociación Americana de Pediatría, Michelle A. Cretella; su vicepresidente y endocrinólogo pediátrico, Quentin Van Meter; y el psiquiatra Paul McHugh, antiguo jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Johns Hopkins, uno de los más prestigiosos centros médicos de Estados Unidos tanto desde el punto de vista clínico como de investigación. (Pincha aquí para leer el artículo del doctor McHugh en el que explica por qué en su hospital dejaron de hacer operaciones de cambio de sexo.)
Destacaban ocho puntos con argumentos científicos que explicaban por qué la ideología de género (y la petición de transgenerar niños) no se sostienen desde el punto de vista de la ciencia médica:
- La sexualidad humana es un rasgo biológico objetivo binario.
- Nadie nace con un género. Todos nacemos con un sexo biológico.
- La creencia de una persona de que él o ella es algo que no es, constituye en el mejor de los casos, un signo de pensamiento confuso.
- La pubertad no es una enfermedad, y los bloqueadores hormonales pueden ser peligrosos.
- Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) , hasta un 98% de niños con género confuso y hasta un 88% de niñas con género confuso aceptan finalmente su sexo biológico tras pasar la pubertad de forma natural.
- Los niños que utilizan bloqueadores hormonales para reasignación de sexo necesitarán hormonas cruzadas al final de la adolescencia. Las hormonas cruzadas (testosterona y estrógenos) se asocian con riesgos para la salud.
- Las tasas de suicidio son veinte veces mayores entre los adultos que utilizan hormonas cruzadas y sufren cirugía de reasignación de sexo.
- Condicionar a los niños a creer que es normal estar toda la vida sustituyendo química y quirúrgicamente su propio sexo por el opuesto constituye un abuso infantil….«
Sigue el artículo con el testimonio de Walt Heyer que narra cómo se produjo su «transición» a mujer y cómo después regresó tras enormes sufrimientos. Tiene un blog especialmente dedicado a aquellos que están pasando por lo mismo por lo que pasó él. Se llama Sex change regret (arrepentimiento de cambio de sexo).
Entre otras cosas dice: “Los LGTB creen que están logrando que los niños descubran quienes son, pero la verdad es que sólo son niños y lo que consiguen son pequeños robots que hacen lo que ellos quieren, manipulan su mente para que cambien su sexo“
El mismo artículo anteriormente referido cuenta un caso más:
«…En el programa televisivo «Camilo», que conduce el periodista de origen cubano Camilo Egaña en la CNN en Español, en septiembre de 2016 dos ex-transexuales han querido denunciar las contradicciones y absurdos del cambio de sexo y que se aplique este proceso a niños, usados, dicen, “como ratones de laboratorio”.
[Se puede ver aquí también en CNN en Español: dura 5 minutos y medio]
Paul y Maritza, dos transexuales arrepentidos, que se sentían a disgusto con su sexo real, se sometieron a un cambio de sexo y descubrieron que eso no solucionaba su insatisfacción.
Maritza, que se sometió a un cambio de sexo para intentar vivir como un hombre, llamándose Mark, pidió a la psicóloga Marisa Azaret, colaboradora de la CNN en temas de salud y favorable a las operaciones transgeneradoras, que explicase “qué exámenes objetivos, no subjetivos” hay para respaldar el cambio de sexo a menores.
“No porque alguien diga que se sienta que ha nacido en el cuerpo equivocado”, matizaba Maritza, sino “¿qué exámenes objetivos hay?” La psicóloga Azaret, “en respuesta clara y al punto” admitió: “no hay ningún examen objetivo ni subjetivo tampoco”.
La psicóloga admitió que los adultos que deciden cambiarle el sexo a un niño (parientes y médicos) lo único que hacen es «observar al niño” para ver si le quieren someter a reasignación sexual. No hay criterio científico ni prueba objetiva. «Al niño se le observa, y al niño se lo deja, se lo deja jugar como él quiera jugar, se lo deja que él poco a poco vaya guiándonos”, dijo la psicóloga.
El extransexual Paul respondió: “Esto es un experimento. Es como (que) los niños son como ratones de un laboratorio”. “Ellos [los médicos] no saben lo que va a pasar con ellos [los niños], y ellos están como ‘a ver ponerles hormonas, a ver bloquearles su puberty’ (pubertad)”, criticó…»
Concluye con una poderosa reflexión: «hay que proteger a los niños de quienes quieren mutilar su cuerpo y someterlos a graves tratamientos hormonales sin verdadera razón científica.»
Pero no son estos los únicos casos. Hay uno que me ha llamado poderosamente la atención. Es el caso de Charlotte Goiar, una transexual española. Su caso se describe en un artículo titulado «La primera persona autorizada por el Supremo a un cambio de sexo critica al lobby gay y apoya el bus«.En el artículo le hacen una entrevista que resulta muy clarificadora. No puedo olvidar que a quien están entrevistando es precisamente a una mujer transexual.
A modo de resumen, el periodista explica:
«...Charlotte, en cuyo DNI figura ahora Sexo: F, no se siente ofendida por el autobús de HazteOir.org y su mensaje: “Los niños tienen pene, las niñas tienen vagina, que no te engañen”. Por la sencilla razón de que “eso es lo normal, lo anormal sería al revés” afirma refiriéndose a la campaña que el lobby transexual Chrysallis lanzó en el País Vasco y Navarra, con el mensaje “hay niñas con pene y niños con vulva”. Charlotte distingue entre la ciencia real y la ideología de género de los lobbies LGTB, los cuales manipulan y usan como excusa a las personas con trastornos genéticos de tipo intersexual...»
A continuación sólo unas de las múltiples preguntas y respuestas de Charlotte:
«– Si no le entiendo mal, vd. distingue entre gente que tiene trastornos de identidad sexual, que son minoría, y otros que no son auténticos transexuales, por una moda política y cultural de la Ideología de Género ¿Es así?
– Efectivamente. Hay una minoría de la población que padecemos ese tipo de trastornos (menos del 1% de la población). Y luego están los homosexualistas, las asociaciones de gays, lesbianas y trans, que acaparan subvenciones, y hacen política y quieren imponer sus postulados a la sociedad. No es lo mismo.
Se puede afirmar que la vasta mayoría de personas que se autodefinen a sí mismas como “transexuales” no padecen Transexualismo (Trastorno de Identidad de Género). Pero los LGTB han logrado manipular el término transexual y ampliarlo, usándolo sin rigor científico. Dentro de esta definición de “transexual” se incluyen ahora personas travestis, transgéneros, bigéneros, andróginos, “free spirit”, trigéneros, y un largo etcétera de individuos con la más diversa expresión de género -no confundir con identidad de género-. Los mayores perjudicados de esta maniobra política de los LGTB son las personas enfermas con Trastorno de Identidad de Género pues el tratamiento digno de su patología se ve frivolizado por leyes LGTB que descentralizan la atención especializada ya organizada para atender estos casos.»
A este respecto he encontrado un durísimo artículo titulado «Esto es lo que el lobby gay pretende hacer a los niños: así es una mutilación de cambio de sexo» firmado por Don Gabriel Ariza. Describe con mucho detalle el proceso al que algunos niños se podrían ver abocados. Es de una enorme crudeza. Pero no es esto lo que me gustaría resaltar de este artículo. Lo que me gustaría resaltar es un comentario realizado por una lectora al final del articulo. Se llama Luisa. En su comentario reflexiona acerca de lo que estamos viviendo en estos días y dice:
«¡Esto es como la ablación! No creo engañarme si pienso que esta idea satánica tiene el propósito de lavar el cerebro a los pequeños para que “libremente” con 5 ó 6 añitos, digan que quieren cambiar de sexo y ¡Pobre del padre que se oponga! Le quitarán la custodia y lo meterán en la cárcel.
Si pueden abortar las menores sin conocimiento de sus padres ¿Por qué no van a operarse los nenes de preescolar, si así lo “desean”?
Después legalizarán la pederastia, ya podrá violar a la nena el novio de mamá o el tío Perico y quien diga que eso está muy mal, será multado por pederastófobo, después legalizarán el incesto y los incestófobos serán acusados del delito de odio. A las personas mayores, les practicarán la eutanasia para que dejen de incordiar y cobrar pensiones y poco después legalizarán el canibalismo, los opositores, ya se sabe: Canibalistófobos y ¡Pobre de la carnicería que se niegue a vender carne humana!…
Así las cosas y habida cuenta la invasión musulmana promovida por los mismos masones que imponen estas aberraciones, Europa se convertirá en una república islámica que impondrá la Sharia a unos europeos convertidos en zombis, drogados y pervertidos…»
Con todo respeto, creo que deberíamos hacer una reflexión. Todos. No sólo una de las partes.
Coincidiendo con estas mismas fechas, el Obispo de San Sebastián publicaba el siguiente tweet:
¡Adivina, adivinanza!: ¿Cuál de estas dos imágenes ha sido hoy censurada en España, y cuál ha sido premiada? #libertadReligiosa #RespetaMiFe pic.twitter.com/CNgdI84I1r
— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) 28 de febrero de 2017
Y Don Antonio Camuñas publicaba este otro:
No voy a entrar en discusiones, pero es evidente que hoy sólo está permitido ‘visibilizar’ en una dirección. @MaldonadoAg @hazteoir pic.twitter.com/18OSiog1nX
— Antonio Camuñas (@ManhattanManOne) 27 de febrero de 2017
Creo que hay que intentar hacer un esfuerzo por mirar a nuestro alrededor. Creo que no debemos perder de vista lo que está ocurriendo en diferentes partes de España.
En unos sitios se llama «noción espeluznante de la condición humana» explicar cómo son los niños y cómo son las niñas -estemos de acuerdo o no con la oportunidad y el modo- y se lleva a cabo todo un ataque brutal contra la organización que ha «osado» dar esa explicación. Todo ello en respuesta a un supuesto ataque de odio por parte de esta organización.
Al mismo tiempo que esto ocurre, en otro lugar de España, los mismos que atacan a unos en Madrid por ese supuesto ataque a la dignidad, felicitan a otros en Las Palmas de Gran Canaria que sin embargo, sí han llevado a cabo uno ofensa y un ataque directo contra la dignidad y a la fe de un enorme colectivo.
El PP (Partido Progre) felicita a la la Drag Queen que ofende los sentimientos religiosos de los cristianos. https://t.co/yABy5X6NVz
— Santiago Abascal (@Santi_ABASCAL) 1 de marzo de 2017
Creo que habría que hacer una reflexión profunda entre todos.
Necesitamos paz. Necesitamos que se respeten los Derechos Humanos de todos. Necesitamos que resurja la concordia. Necesitamos que se diga la verdad y que no se manipule.
Tu artículo muy claro.Me ha gustado mucho.Sigue escribiendo. Gracias!
A mi no.
Todo loque provenga de grpos religiosos es peligroso.