Ayer tuve la oportunidad de compartir con los lectores de ElMundo.es un encuentro digital que resultó ser una magnífica experiencia, pues me permitió pulsar cuál es la percepción que el público tiene de nuestra compañía y, por supuesto, del fenómeno Pocoyó. En primer lugar, me sorprendió la cantidad de gente que me daba las gracias por haber hecho realidad Pocoyó. Probablemente, este es el sueño de cualquier empresario, no sólo que la gente consuma tus productos, sino que además se sienta agradecida de que los pongas en el mercado. El agradecimiento, obviamente, es mutuo.